La fatiga del vídeo está extendida, pero se puede gestionar

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Ilustración de una persona en una reunión de vídeo en una estación de trabajo

La fatiga de las reuniones es una afección bien documentada, pero de fácil tratamiento. A veces denominada «fatiga de Zoom» (debido a la popularidad de Zoom), este fenómeno se afianzó durante la pandemia, cuando los empleados de oficina de repente se vieron obligados a trabajar desde casa y a depender, en gran medida, de las reuniones de vídeo para seguir trabajando y colaborando. Parecía que todo el mundo estaba constantemente en reuniones de vídeo durante todo el día y se sentía agotado. Ahora, más de un año después, podemos extraer lecciones de ese período.

En la segunda parte de esta serie de dos partes, ofrecemos consejos prácticos para combatir la fatiga por las reuniones virtuales. En la primera parte, presentamos este tema y analizamos por qué las reuniones virtuales afectan a las personas de manera distinta que otros tipos de reunión, incluidas las conferencias telefónicas y las reuniones en persona.

Estrategias para combatir la fatiga de las reuniones

La realidad es que las reuniones de vídeo seguirán siendo una herramienta importante para colaborar y conectar a nivel social. Como afirmó un experto: «En los próximos meses, el problema al que se enfrentan las organizaciones no es reducir el número de videoconferencias, sino determinar la mejor manera de gestionar su uso y minimizar la fatiga del video».

Teniendo esto en cuenta, a continuación se exponen algunas estrategias que las organizaciones y los empleados pueden implementar para asegurarse de que cada reunión sea eficiente, una forma valiosa de emplear el tiempo y esté diseñada para minimizar la fatiga por las reuniones virtuales.

  • Reduzca la duración de las reuniones. Cuestione la suposición de que las reuniones deben durar 30 minutos o una hora solo porque esa es la configuración predeterminada en las aplicaciones de calendario.
Ilustración de un reloj

 

  • Defina el tiempo para el trabajo productivo. Dedicar tiempo por la mañana o por la tarde cuando está en su momento más productivo puede garantizar que no esté intercambiando su mejor momento por la reunión de otra persona.

 

 

  • Levántese y muévase entre reuniones. Los datos sugieren que, durante la pandemia, los trabajadores aumentaron la cantidad de tiempo que están sentados. Este comportamiento sedentario está asociado con un mayor estrés y una mala salud. Un paseo corto entre reuniones puede ser literalmente un salvavidas.
Ilustración de una persona paseando un perro
  • Considere estar de pie durante las reuniones. Estar de pie no solo minimiza la fatiga, sino que también les transmite a sus compañeros que está concentrado en la reunión.
 
 
  • Use una webcam profesional. Una webcam de alta calidad de nivel empresarial mejora la calidad del vídeo y le permite controlar mejor cómo se presenta en las reuniones de vídeo. Además, las webcam especialmente diseñadas ofrecen funciones de videoconferencia que no están incluidas en las cámaras de los ordenadores portátiles, tablets y monitores.
 
  • Elija unos auriculares con micrófono que se ajusten a sus necesidades y estilo. Para una colaboración eficaz y una conexión social saludable en las reuniones de vídeo, escuchar y que se le escuche bien es tan importante como que se le vea bien. Busque un proveedor que ofrezca una amplia variedad de estilos y formatos (auriculares, con cable e inalámbricos) que se adapten a su presupuesto y preferencias.
 
  • Seleccione equipos con certificación para trabajar con plataformas de videoconferencia. Una ventaja importante de los auriculares y las webcam de nivel empresarial es que cuentan (o deberían contar) con certificación para su uso con software de videoconferencia como Microsoft Teams®, Google Meet™ y Zoom™, lo que le permite utilizar funciones integradas diseñadas para esas aplicaciones. Quizás aún más importante es que las certificaciones son un importante sello de aprobación que garantiza calidad y fiabilidad.

 

Como sugieren estas ideas, la fatiga de las reuniones virtuales no es una característica inevitable del lugar de trabajo actual. Al invertir en la salud de sus empleados mediante una buena formación y un buen equipo, las organizaciones pueden reducir o eliminar el problema.

     

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